domingo, 24 de enero de 2016

Se nos muere el amor

Lo grato de observar con detenimiento es que podemos darnos cuenta de ciertas cosas que quizá sin la atención adecuada sería eso, una cosa más; pero en estos días hubo una actividad artística de la Unidad Educativa donde estudia mi hijo y una de las obras de teatro que presentaron me llamó mucho la atención, su nombre era "Se nos muere el amor", fueron niños de 5to año de básica los actores de dicha obra, entre ellos un amiguito muy especial, Pablito, quien como parte del diálogo junto a sus compañeritos finalizaron con voz fuerte "se nos muere el amor".

Les resumo la obra, en medio de la oscuridad se va iluminando el escenario dejándonos ver a los personajes, cada uno muy diferente a otro, con vestimentas muy personales, como asumiendo su propia forma de ver la vida, caminaban de un lado a otro arrastrando una maleta, que a mi manera de ver representaba todos aquellos problemas o situaciones buenas y malas de su diario vivir, se hablaban entre sí, sin parar de caminar o de pensar, no entablaban una charla coherente, ni aún cuando los personajes se miraban uno a otro, y así continuó por los minutos que duró la obra, hasta finalizar con la frase que ya les mencioné, "se nos muere el amor".

A pesar de los comentarios de los espectadores me pareció una obra muy real, la entendí perfectamente, y es lo que me motivo a compartirles esto, porque es lo que nos está pasando en la actualidad, nuestra sociedad se ha transformado, no es la misma, no es como hace algunos años, cuando habían juegos como a las escondidas, el cogido, el bate, la rayuela, la cuerda, o las famosas piedras en las calles simulando los arcos de fútbol, y cada vez que una pelota (a veces en mal estado) pasaba entre ellas gritabamos Gooool!!! muy energicamente como si ganaramos la copa del mundo. Pero todo ha cambiado, es verdad que la llegada de la globalización nos ha brindado muchos beneficios tanto tecnológicos como de comunicación, también es verdad que ha sido la causante de esta transformación de la sociedad.

Nuestros niños cada vez son más solitarios o individualistas, han cambiado el compartir con sus amigos o familiares por juegos de vídeos, computadoras, tablet o celulares; hay que entenderlos también, cada vez quedan menos áreas verdes, los espacios en las casas son más reducidos, las distancias que debemos recorrer entre las lugares para abastecernos de alimentos, bibliotecas, librerías, hospitales, farmacias son extensas; los padres cada vez tienen menos tiempo para la familia por tratar de darles una mejor situación económica, todo ese ir y venir ha hecho que nos olvidemos de lo fundamental, darle tiempo a la familia.

Los niños con su accionar, su hiperactividad o su inestabilidad emocional nos están pidiendo más atención, cariño, que se los guíe con firmeza y amor, vemos en las noticias que cada vez hay más asaltos, sicariatos, robos y narcotraficos. Ahora, pensemos un poco, todas esas son señales de que nuestros niños necesitan más atención, tienen esa información más veces de las que nos pueden ver en un día normal, son señales que debemos tomar en cuenta, hablemos con ellos, demosle tiempo, enseñemosle disciplina pero con amor, sentemonos frente a ellos, expliquemosle que es lo que está sucediendo en la actualidad y el porqué, ellos entienden.

Papás, mamás, tíos, hermanos, es hora de que miremos hacia nuestros niños, seamos el ejemplo, guíemos con amor, convirtamonos en esa esperanza que nos hace falta en la actualidad, formemos familas sanas, demos tiempo a nuestros niños, a nuestra familia, para no tener que gritar todos, "se nos muere el amor".

Dedicado para: Martha, Pablito, Luna, Daniel y Sebastián.

lunes, 18 de enero de 2016

Nadie mejora si no se desea mejorar

De cuando en cuando uno tiene que hacer un alto en el camino. Hay que detenerse para pensar, para reflexionar, para revisar el fruto que hemos ido obteniendo en nuestro tiempo vivido.

Todos tenemos la capacidad de autocrítica, que es una de las manifestaciones más profundas de nuestra inteligencia. Hombre inteligente es aquel que primero mira para adentro y empieza por rectificarse él. Al hacerlo nos permite enderezar rumbos, actitudes y escoger conscientemente lo mejor, para bien nuestro y el bien de los que nos rodean.

Es fácil encontrar las fallas de otras personas; no lo es tanto reconocer las nuestras. Y, sin embargo, éstas son las únicas que si podemos corregir. Está a nuestro alcance poder mejorar, está a nuestro alcance poder corregirlas.
Por tanto, este detenerse y reflexionar es ante todo un querer avanzar, es querer ser mejor y ello deberá ser hecho no solamente desde criterios humanos sino en una dimensión de creer en mi propósito de vida.

¿Qué diferencia hay entre lo que soy y lo que debo ser?
La reflexión sobre la libertad que tengo, sobre cual es mi vocación en la vida y cual es mi proposito para con mis prójimos: pareja, hijos, familiares, amigos, para con la sociedad toda.
De esta reflexión debe haber algunas prioridades: la convivencia con mi pareja debe ocupar el primer lugar ya que es con ella o con quien estoy haciendo un solo caminar.
En ese caminar debe haber un estilo de vida conyugal y familiar, estilo de vida que debe ser cumplido con lo que considero correcto.

Muchas veces escuchamos decir que la familia está en crisis, cuando lo que está en crisis es este nuevo modelo de familia.
Recordemos que la palabra crisis quiere decir cambio, situación de cambio y que duda cabe que la familia está cambiando.
Las circunstancias actuales están llevando con nuevas actitudes a la pérdida de valores. Y la perdida de valores lleva a la disolución de muchas familias.
¿Y que trae también con ello? Problemas emocionales a quienes son nuestra responsabilidad, los hijos.

Considero que el centro de la sociedad es la familia, tiene la responsabilidad de la creación, de formar personas con valores, orden y responsabilidad, debe ser un ente generador de amor.
Las distorsiones en que el ser humano está cayendo cada día, ha quebrado este ideal de familia y es necesario reconstruir la relación de amor entre el ser humano y eso ocurre dentro de la familia, sin importar su características, como dicen los expertos "familias funcionales o disfuncionales", familia es familia!!! Es deber de quienes la conforman hacerla funcional o no!!! es el centro u origen de toda sociedad.

Debemos detenernos, reflexionar y encontrar caminos para la reconstrucción de esta sociedad,  que deberá necesariamente nacer en el interior de cada uno de nosotros.
Nada mejora, nada se modifica, si antes no mejoro yo y en este mejorar debo estar convencido y creer en esa mejora. Nadie mejora, sino desea mejorar. Y si no mejoro yo, tampoco lo hará mi relación, mi familia, mi barrio ni mi ciudad.

Así que, quieres hacer que la sociedad mejore? Comienza desde casa!!!